Si veis todas las fotografías de esta boda celebrada en el Huerto de Santa María, en el Puig de Valencia; entenderéis parte de la historia que hay detrás de esta pareja.

Para mi fue muy importante ese trabajo de empatía hacia ellos (que fue recíproco), para entender y fotografiar cada abrazo, cada lágrima, desde el Santo Cáliz donde tuvo lugar la ceremonia, hasta la fiesta final.

Mamen y Rubén disfrutaron su día con familia y amigos (mucho amigos) como recompensa de años de lucha y amor incondicional.