La boda de Sergio y Sindri fue una boda especial por muchos motivos. Ambos viven y trabajan en Düsseldorf, Alemania, en una prestigiosa marca de moda internacional. Decidieron casarse en Villadelia, del grupo Áncora por los orígenes de Sergio (Valencia), y es el evento donde probablemente haya convivido con más culturas de diferente índole.

Por encima de todas ellas fue inevitable la procedente de Sindri. Islandés de nacimiento y con unos amigos Vikingos que la liaron parda, pero muy parda. Fue tremendo y divertido a rabiar.

Su boda coincidió con el “Día Mundial del Orgullo LGBT”, y si miráis las fotos de la fiesta os daréis cuenta que nada tuvo que envidiar a la que se montó en la capital.

Pero por encima de todo, me gustaría que os fijaseis en los rostros y las miradas de cariño y admiración que se procesaban todos y cada uno de los invitados a esta maravillosa boda entre dos chicos que se aman a rabiar.